QI GONG EN LA REHABILITACIÓN Y PREVENCIÓN DEL ICTUS (Parte II)

QI  GONG EN LA REHABILITACIÓN Y PREVENCIÓN DEL ICTUS

 (Parte II)

                                      (Segunda parte de una serie de 2 artículos)

En la primera parte (Parte I) de este artículo he expuesto los beneficios del Qi Gong en la prevención del ictus. En esta segunda parte describiré como actúa y contribuye esta disciplina milenaria en el trabajo de rehabilitación.


CONSECUENCIAS DEL ICTUS

Un ictus puede dejar secuelas graves o irreparables con el consecuente detrimento en la calidad de vida de las personas afectadas.
Se estima que un 40% de las personas afectadas por un ictus están limitadas a vivir en casa, en mayoría por discapacidad física o intelectual. El impacto personal dependerá de la parte del cerebro dañada y del tipo de secuelas presentadas. La sintomatología puede manifestarse a distintos niveles, tanto físicos (alteración de movilidad, trastornos del lenguaje, visión,  etc.), psicológicos (depresión, ansiedad, cambio de carácter, etc.) y cognitivos (pérdida/disminución de la memoria, lógica, etc.).


¿COMO PUEDE ACTUAR EL QI GONG EN LA REHABILITACIÓN?

El programa de rehabilitación tras un ictus es dirigido de forma individual según cada caso.
No todos los pacientes tienen los mismos síntomas, por lo que el tiempo y grado de rehabilitación dependerá del tipo y gravedad de las secuelas presentes en cada paciente.

El Qi Gong, por sus características, puede ser un apoyo eficaz en la rehabilitación del ictus aunque se inicie años después de padecerlo o tras haber finalizado el programa de rehabilitación. Por esta razón, un propósito importante de la enseñanza del Qi Gong es la de despertar la actitud pasiva del paciente frente a su salud y animarlo a practicar en casa.
Qi Gong no requiere de grandes espacios o ropa especial, se puede practicar a cualquier hora del día y se puede realizar tanto de pié como sentado. El profesor de Qi Gong tiene como misión ofrecer ejercicios sencillos que el paciente puede practicar en casa, permitiéndolo así, utilizarlos como terapia de rehabilitación a largo plazo sin necesidad de desplazarse y sin que suponga un elevado coste monetario.


EN LA PRÁCTICA:

En general, el paciente que se recupera de un ictus ve su capacidad muy reducida y no puede hacer un ejercicio intenso y sostenido. Los ejercicios de Qi Gong, gracias a su lentitud, suavidad y práctica en la relajación, permiten a los afectados moverse dentro de sus capacidades sin aumentar el ritmo cardiaco hasta que desarrollen fuerza.

Problemas físicos

Los ejercicios dinámicos de Qi Gong incluyen movimientos sencillos que ya ejecutamos en nuestra vida diaria. Caminar, girar, agarrar, apartar, son ejercicios de equilibrio y coordinación que van a mejorar las funciones básicas que realizamos cotidianamente.
La adecuada postura de la espalda; así como el correcto posicionamiento de pies y rodillas son también factores que añaden un sentimiento de seguridad al paciente en sus desplazamientos.

Los especialistas constatan que la práctica de Qi Gong mejora substancialmente la movilidad y el equilibro en personas afectadas por un ictus. Combinando el movimiento lento y controlado con la respiración y la postura, los ejercicios mejoran el equilibrio, la fuerza muscular y flexibilidad del practicante.


El cuerpo trabaja mejor cuando trabaja en unión

El Qi Gong considera la discapacidad de cada persona en su contexto más amplio.

Por ejemplo: el movimiento de los dedos, no se limita únicamente a los dedos, sino más bien a una función integrada de todo el movimiento que implica el brazo, hombro y torso. Por lo tanto, los ejercicios no se centrarán únicamente en movilizar los dedos, irán dirigidos a activar todo el encadenamiento de mano-brazo-hombro-torso. No debemos olvidar que todas las partes trabajan conjuntamente.




Relajación:

En la filosofía de la medicina china la enfermedad surge cuando hay un bloqueo del flujo de Qi o energía a través de los canales energéticos que recorren el cuerpo. Las causas de un bloqueo pueden ser de origen diverso como una lesión, un virus, una mala alimentación o hábitos de vida poco saludables. Sin embargo, el factor con mayor incidencia, gravedad de síntomas y cronicidad es el estrés.

La práctica general del Qi Gong se fundamenta en el alivio del dolor y en el trabajo de rehabilitación bajo un marco de relajación y leve esfuerzo. La relajación es la clave para desbloquear energía estancada, permite flexibilizar y ‘despertar’ músculos y articulaciones rígidos o ‘dormidos’, y aumentar el grado de movilidad sin exigir sobreesfuerzo.
La suavidad y lentitud de sus movimientos, combinadas con la respiración ayudan al paciente a sentirse tranquilo y seguro a la hora de moverse. En la práctica relajada el paciente puede tomar conciencia de su cuerpo, reconocer las áreas del cuerpo bloqueadas y prestar la atención adecuada para relajarlas durante el movimiento.

Se constata, por ejemplo, que personas afectadas por un ictus tienden a tensar mucho más el pecho. Las técnicas de relajación y respiración profunda conducen a una mayor apertura de la caja torácica, pecho y abdomen, por lo que mejoran la capacidad cardiorrespiratoria y contribuyen a que partes del cuerpo que se encuentran más tensas logren aflojarse.
Qi Gong trabaja partes del cuerpo que no solemos mover, o mejor dicho, que movemos sin darnos cuenta. Tomar consciencia de estos movimientos estimula al cerebro a crear nuevas conexiones neurológicas.


Neuroplasticidad:


El movimiento integrado estimula el cerebro, provoca y refuerza
nuevas conexiones  neurológicas.

Los ejercicios de Qi Gong incorporan el gesto en una secuencia que encadena y relaciona cada miembro con el cuerpo en su totalidad. Trabajando las partes del cuerpo adyacentes a las partes afectadas por una incapacidad puede estimular para activar la función de estas, tanto en el cuerpo como en el cerebro. La atención, a menudo acompañada de visualización, enfocada al movimiento de músculos específicos, aumenta el sentimiento de propiocepción y contribuye a que la conexión mental se instale de manera estable y duradera a largo plazo.

La repetición de los movimientos y la constancia de la práctica de los ejercicios, así como el fomento de la consciencia de la unidad cuerpo y mente, constituyen un proceso de aprendizaje que despierta tanto el potencial del cerebro para recrear funciones ‘olvidadas’, como la del cuerpo para reaprender capacidades físicas ‘perdidas’ a consecuencia de un ictus.






Problemas psicológicos


“Si la mente no se estimula
Si no se curan los pensamientos y los sentimientos
El paciente no se recuperará”

(Huang Di Neijing – Clásico de Medicina Interna del Emperador Amarillo )

Con el enfoque holístico como herramienta de la MTC, el Qi Gong médico considera tan importantes los síntomas físicos de la enfermedad como los factores psicológicos en el mantenimiento y recuperación de la salud.

La medicina china, sostiene que las siete emociones (alegría, rabia, tristeza, preocupación, ansiedad, miedo y terror) son causas internas de enfermedad, no separa los trastornos psicológicos o neurológicos de las enfermedades físicas por que mente y cuerpo forman una única unidad. Las enfermedades orgánicas están asociadas a problemas emocionales y las emocionales a orgánicas, cuidar el equilibrio emocional es por tanto parte esencial del cuidado de la salud.

El trabajo de conciencia postural donde el Qi Gong hace tanto hincapié, va a corregir malas posturas, facilitará el movimiento y aportará mayor seguridad en el desplazamiento. Estos logros supondrán un notable beneficio sobre el comportamiento emocional y psicológico, ya que contribuyen eficazmente en la recuperación de los estados ansioso-depresivos que suelen acompañar a un ictus.
La repetición y constancia de estos ejercicios abrirán tanto barreras físicas como mentales.

El movimiento consciente, integrando un control de la respiración y una actitud mental correcta, va a incrementar el nivel de energía del paciente, así como su nivel de resistencia y vitalidad. Estas técnicas actúan directamente sobre la producción de endorfinas y otras hormonas encargadas de reforzar el estado de ánimo y la actitud positiva necesaria para mantener la fuerza de voluntad y disciplina en el seguimiento de la rehabilitación.





Respiración:

Aprender a respirar correctamente será un soporte sólido para el trabajo físico, mental y emocional de la rehabilitación.
La respiración profunda es tanto un método de relajación, como una actividad que estimula todo el cuerpo, regula sus funciones, mejora la oxigenación del cerebro y órganos. Así mismo, tiene la capacidad de incrementar los estados de alerta, el poder de concentración y la atención.

El ictus por definición es “Un accidente cerebro vascular”. El cerebro, por su parte, es el órgano de nuestro cuerpo más sensible al déficit de oxigeno y por lo tanto es más vulnerable frente a un ictus.

La práctica de Qi Gong proporciona al cerebro suficiente oxigeno y nutrientes requeridos para recuperar reservas y reequilibrar la secreción de los neurotransmisores esenciales para un adecuado funcionamiento. De estos resultados se deduce la necesidad de incorporar estas técnicas de respiración consciente dentro del cuadro de programas de rehabilitación.

Relajación y meditación, dirigida con visualizaciones para aliviar tensión física y emocional, son herramientas que pueden contribuir a  un proceso positivo de transformación psicológica profundo y duradero en pacientes con depresión o ansiedad.

El psicólogo y maestro de Qi Gong, Wang Ji Shen dedicado a investigación de sus efectos constata que:

“La práctica continuada de Qi Gong mejora y aumenta la memoria, capacidad de razonamiento, el poder de concentración y los movimientos voluntarios,” e insiste que “es una disciplina que contiene mucho material importante para la psicología por su trabajo de desarrollo de la unidad cuerpo y mente, al enfocar la importancia de la mente para conseguir la armonía mente, respiración y postura.”


Todas las técnicas descritas (relajación, movimiento, respiración y visualización) operan simultáneamente; pero es en la relajación del cuerpo y la mente donde se encuentra la base fundamental para potenciar las facultades curativas del cuerpo. Es el estado de relajación el que reduce la tensión física y mental, restablece el libre flujo de energía y sangre, afloja las articulaciones y músculos, aumenta la flexibilidad y anima la actividad física.


Aunque estamos frente a una enfermedad imperativa, ya que sólo en España puede afectar a más de 120.000 personas al año, el ictus también presenta un lado positivo pues 
el 90% de los casos se pueden evitar.
Controlar y tratar los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer un ictus adoptando hábitos de vida saludables, son gestos que convergen con el enfoque de una terapia preventiva; que en definitiva, constituye el primer propósito del Qi Gong.
Autores:
Sandra Cabeçadas, Instructora de Luohan Qi Gong
Dra Edith López, Licenciada em psicologia (http://edithlopez.es/blog/)


Referencias:
Sifu Dr. Gaspar Garcia, Apuntes de Luohan Qi Gong
Wong Kiew Kit, Chi Kung para la salud y vitalidad, Urano, 1998
Daniel Reid, A Complete Guide to Chi Kung, Shambala Publications Inc., 1998
Wang Chongxing, Effect of QiGong on preventing stroke and alleviating the multiple cerebro-cardiovascular risk factor – a followup report on 242 hypertensive cases over 30 years, 1993
QiGong and Neurologic Illness, Michael I. Weintraub, 2001
Frommelt P., Lösslein H., NeuroRehabilitation: Ein Praxisbuch für interdisziplinäre Teams, 2011

Fotografia:
Silvia Santamaría - Silver Creatividad

Imagenes:

Pixabay.com

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